En la casa de Greivis Vásquez nunca puede faltar una camisa o una gorra de los Leones del Caracas.
Desde que nació, y en contra de lo que su padre hubiera querido, el jugador de la NBA ha sido aficionado de la novena melenuda y aunque su trabajo no le permite estar cerca, Vásquez siempre consigue tiempo para apoyar a su novena.
“Mi inclinación hacia los Leones del Caracas comenzó desde que salí del vientre de mi madre”, contó el caraquista en una visita que hizo a las oficinas del equipo. “Mi papá está muy dolido porque él siempre fue de los Tiburones de la Guaira, pero eso no va conmigo. Yo amo esta camiseta y amo a este equipo”.
De niño, Vásquez jugaba beisbol pero finalmente tuvo que abandonarlo para cumplir su sueño de jugar en la NBA. Ahora, es difícil hacerle seguimiento al equipo pues la temporada de la LVBP coincide con la del baloncesto estadounidense. “Pero yo hago de todo”, aseguró. “Aunque estoy en plena campaña de la NBA, yo no dejo de ver a los Leones. Siempre estoy pendiente de ellos y soy fanático fiel”.
“Es difícil hacerlo”, reconoció. “Pero para eso está el internet, los panas y la familia que, gracias a Dios, la mayoría son de los Leones del Caracas”.
Greivis contó que en su infancia siempre lo llevaban al estadio “y yo mismo me aseguré que todos los amigos míos de Coche, de las residencias Hipódromo, fueran de los Leones”.
“Veía a Omar Daal, Roberto Petagine, Urbano Lugo… Sigo también mucho a Alex González, seguí a Henry Blanco. Pero “El Comedulce”, Bob Abreu, siempre ha sido mi ídolo”, confesó. “Fue mi jugador favorito desde que yo era chamo y ahora que tengo la oportunidad de conocerlo es genial”.
Y es que Vásquez tiene su memoria está llena de recuerdos melenudos. “Caracas me ha dado muchísimos momentos increíbles”, sentenció. “Nosotros somos el mejor equipo del país, creamos una cultura gigante y estoy sumamente orgulloso de ser parte de esta familia”.
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