Jesús Aguilar saca provecho a la paciencia en el plato

Los progresos de Jesús Aguilar han sido notables en los últimos dos años. Emergió como el principal prospecto de la inicial en el sistema de granjas de los Indios de Cleveland y el pasado fin de semana apareció en el lineup titular del equipo Mundo en el Juego de Estrellas del Futuro, el encuentro que desde hace 14 años convoca a la élite de las promesas del beisbol.
Logros que hacen sentir “orgulloso” al aragüeño. “Es el resultado del trabajo y el esfuerzo de todos los días”, aseguró en Kansas City, aunque destacó un factor por encima del resto. “Establecer el balance en el plato ha sido la clave para ser más paciente”.
Aguilar, de 22 años de edad, negoció un boleto en su primer turno del encuentro y anotó una carrera en el
segundo inning. Después, en el cuarto, dirigió un pitcheo entre los jardines central y derecho del Kauffman Stadium, contra la poderosa recta del derecho de los Orioles, Dylan Bundy.
“Me he estado quedando atrás (en el plato) y eso me ha ayudado a
reconocer mejor los pitcheos. He negociado boletos en dos strikes y cero bolas. Me siento bastante bien con eso”.
Las estadísticas respaldan las palabras del fornido inicialista. Ayer amaneció con un porcentaje 10,7 bases por bolas recibidas. De acuerdo con los expertos cualquier valor igual o superior a 10 ubica al bateador en un nivel de excelencia. Antes de esta temporada, Aguilar rondaba el 9,00 %. En tanto que su OBP de .382 supera en casi 40 puntos la media de su carrera.
“Desde noviembre del año pasado (con los Leones del Caracas) he venido trabajando en ese aspecto y me ha dado buenos resultados. Siento que soy mucho más paciente que antes”.
Las granjas de Cleveland no han producido un verdadero bateador de poder desde finales de la década de los 80 y durante los 90. Era la época de Albert Belle y más tarde de Jim Thome y Manny Ramírez.
Aguilar ha dado un paso al frente para intentar liderar una nueva generación de forzudos. Sus 34 jonrones desde 2011, incluidos 11 en lo que va de zafra, casi duplican los que sacudió en sus primeros tres años como profesional (18) con la tribu.
Ahora la capacidad para ver más pitcheos le ha ayudado a subir el average a .299, 34 puntos sobre el promedio en sus anteriores cuatro campañas. Algo que no ha mermado la producción de largo metraje.
El poder aislado (ISO, por sus siglas en inglés), una estadística sabermétrica que esencialmente sustrae de su fórmula los sencillos y las bases alcanzadas por esos batazos, se sitúa en .206, el piso para ser considerado un slugger.
“Sé que tengo fuerza, pero no voy al plato pensando que soy un tipo de poder y que voy a soltar un bombazo. Sólo trato de hacer buen contacto”.
Su porcentaje de ponches es muy similar al del año pasado (22,1 % por 22,6 %), pero con una tendencia a descender del tope que estableció en 2011 con 126 en 462 turnos.
“Todo el mundo sabe cuáles son mis habilidades. No trato de hacer demasiado. Siempre intento hacer contacto (como en el Juego de Estrellas del Futuro) y logro conseguir esos ‘hitcitos’”.
Esa habilidad de golpear para poder y promedio tiene entusiasmados a los Indios.

Info original de El Nacional
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